jueves, 8 de octubre de 2009

Entrevista de personalidad

María Martín
Una Simple idea pensando en la naturaleza
Las ideas innovadoras no surgen todos los días y las personas conscientes para desarrollar estas ideas mucho menos, es por ello que cuando alguien brillante pone en manifiesto sus cualidades en sus verdaderos intereses y pasiones pueden surgir hechos realmente atractivos.
¿Cómo es posible relacionar nuestros intereses y nuestra vocación con una idea innovadora que pueda sembrar precedentes entre tantas acciones trilladas con respecto al reciclaje?, eso debemos preguntarle a María Martín, estudiante de arquitectura de la Universidad Nacional Experimental del Táchira quien junto a su amiga y compañera Luz Angie Ruíz idearon el proyecto “Acacia Recicla”, una iniciativa que comenzó como un proyecto comunitario y que trascendió más allá de una comunidad.
María, quien demuestra un notable amor por la naturaleza y su entorno, explica como un proyecto comunitario y de iniciativa propia ha tenido enorme receptividad en aquellos con sentido de preocupación por el medio ambiente, a tal punto que “Acacia Recicla” resultó ganador en la categoría de Desarrollo Sustentable del Premio Ideas, premio destinado a la divulgación de proyectos en diferentes categorías de las ideas innovadoras gestadas dentro de la Universidad.
Fue gracias a la materia Arquitectura y Construcción Sostenible y a la motivación del profesor Gabriel Chacón que María y Luz decidieron presentar “Acacia Recicla” en el Premio Ideas, logrando así alcanzar el patrocinio de la Universidad y la oportunidad de presentar a nivel Nacional su idea en el Premio Eureka, haciendo cada vez más grande y conocida esta cadena de reciclaje dentro de su comunidad.
La motivación de este proyecto se basa en la recolección de papel y cartón que pueden ser cambiados por artículos referentes al proyecto como calcomanías, franelas o bolsas para mercado realizadas de manera artesanal en los puntos de mayor concurrencia de la comunidad, generando así una retroalimentación entre la idea y el reciclaje de los habitantes.
Es así como María, humilde a pesar de ganar el enorme placer de presentar su idea básica en diferentes lugares de San Cristóbal y muy pronto a nivel Nacional, explica con gran emoción cada una de las “aventuras” que ha supuesto este proyecto que cada vez se convierte en algo más mediático.
TODO EN 20 MINUTOS
Es cierto que muchas veces la vida entera no basta para conocer a una persona, también es cierto el hecho basta un momento para cambiar la vida de una persona, así le sucedió a María Martín, una amante de la naturaleza y entregada estudiante de arquitectura quien se percató que con la gran cantidad de papel y cartón que sobraba de sus innumerables trabajos durante un semestre podría comenzar una idea que pronto será conocida fuera de San Cristóbal.
Sencilla y sin complicaciones se atrevió a contar su innovación en su ambiente particular, sentada cerca de los árboles que adornan su Universidad decidió abrirse en 20 minutos con una notable emoción de hacer saber sus logros, no por presunción sino por la posibilidad de hacer cada vez más grande una idea que un día podría salvarnos la vida.
Tal vez su persuasión y la motivación a continuar con su proyecto, (independientemente de los premios o de los halagos) es aquello que determina su éxito, perseguida no solo por mí, sino por distintas comunidades e instituciones que quieren “comprar” su idea y generar la cultura del reciclaje a la brevedad del caso.
María confiesa que lo personal del proyecto es lo que termina atrayendo a las personas a abrir su consciencia al proceso de reciclaje, explicarles poco a poco, dando conferencias en lugares específicos e inclusive enviar vía correo electrónico las pautas del proyecto a cada individuo de una comunidad interesada resulta en una receptividad que se refleja en más de un año de efectividad en su comunidad y un par en proyecto.
Escapa de los premios y de tanto revuelo mediático por una idea revolucionaria que puede cambiar la ciudad y tal vez la cultura de reciclaje en el país, sencillamente a su manera recalca que lo importante es abrir los ojos a la cantidad de papel y cartón que se desperdicia y que con una pequeña motivación las personas pueden llegar a ser muy receptivas a esta manera de preservar el ambiente.
Su afán de hacer el entorno en el que vive más puro y la dedicación a su proyecto como estilo de vida más allá de la búsqueda de fama y premiaciones es lo que da gusto al conocer “Acacia Recicla”, sin duda alguna María Martín y su primer logro innovador están dando de qué hablar, con toda seguridad no será su último proyecto innovador y notable, ya que esta egresada del Colegio José Félix Ribas demuestra con su manera de ser tranquila pero apasionada que lo más importante para ella es mejorar al máximo el entorno en el que se mueve.
Su verdadera ambición aunque parezca ilógica es implantar su proyecto dentro de la Universidad Nacional Experimental de Táchira, lugar donde es reconocida pero por falta de tiempo y otros factores no ha podido instaurar, así como también en cada zona residencial de San Cristóbal porque según ella misma “Lo importante es construir y no destruir”.
“El ambiente y la naturaleza me llenan mucho como persona, me encanta”, es el lema de vida de María, quien no dejó de sonreír y mostrar efusividad con cada pregunta sobre su manera del salvar al planeta.

María Martín en las instalaciones de la Unet. Foto: Freddy Monsalve

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